Manzanas
A
menudo me pregunto qué hubiera sido del mundo sin manzanas.
Imaginemos
por un momento que lo que le dio Eva a Adán fue un higo chumbo, y que Adán se
pinchó con él y desistió de morderlo. Otro gallo le hubiera cantado a la
humanidad.
Imaginemos
también que la fruta que uso Paris para elegir a la más bella hubiera sido un
melón ¿se hubieran ofendido tanto las otras dos diosas, o se habrían puesto a
reír como locuelas echando a perder la guerra y sus míticas leyendas?
Y
si la fruta a la que disparaba el gran Guillermo hubiera sido un níspero reseco
y peleón ¿Habría llegado su fama hasta nuestros días? Quizá Suiza, huérfana de
su héroe, se tendría que haber espabilado y tomar partido en la historia.
Pensemos
por un momento en que lo que recogió Newton del suelo no fue más que una
cereza. Tal vez, ante tanta pequeñez, no se le hubiera ocurrido otra cosa que
comérsela y lanzar el hueso luego. Con suerte y, el tiempo apropiado, a lo
mejor un cerezo nuevo hubiera ocupado la genial teoría del sabio.
Y,
por último, pero no menos importante ¿Qué hubiera pasado si la cándida
Blancanieves hubiera mordido una naranja? la cual, obviamente, hubiera tenido
que pelar antes de comer y, a poco que la chica se fijara, se habría percatado
de que en aquel olor que despedía la fruta había algo raro y la hubiera tirado
a la basura y ya, nunca jamás, hubiera caído dormida/muerta. Seguramente se
habría quedado de ama y señora de la cabaña, con sus siete hombres pequeños
trabajando para ella en las minas, atentos siempre al menor de sus deseos.
Claro que, el príncipe aburrido y sin tarea, hubiera tenido que emigrar hacia
otras tierras con sus besos despertadores a cuestas.
María Jesús
Muy bueno!
ResponderEliminarMuchas gracias!! Un beso
EliminarAguda y deliciosa reflexión sobre el azar y la incertidumbre tras un velo de humor.
ResponderEliminarGracias!
ResponderEliminarSiempre se dice que lo sencillo, es gran calidad, leerte a ti es la prueba. Envolver la sabiduría con ternura.
ResponderEliminarFelicidades, soy tu fan como me gustaría verte en las librerías. un abrazo
¡Muchísimas gracias, María! A ver si el próximo año nos trae suerte y oportunidad (o viceversa). Un abrazo grande.
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