Negocio
nocturno
A fin de cuentas, bien mirado, esto del
insomnio no es tan mala cosa.
Con lo que llevo acumulado por
la venta de la lana de mis ovejas, que cada noche son más, calculo que en un
par de años me podré retirar y vivir de renta.
Luego ya tendré tiempo para
hacer esa cura de sueño de la que tanto me hablan.
María Jesús
Qué microrelato mas bueno. Me ha gustado mucho, amiga.
ResponderEliminarGracias, querida. Feliz de que te lo parezca. Un besazo
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