jueves, 23 de diciembre de 2021

 



Crecimiento

 

Se aburrían los colores. Rígidamente puestos en fila, apretados unos contra otros. El cálido naranja junto al fogoso encarnado y a su lado, siempre serios, el marrón oscuro y el negro.

    Se aburrían los colores entre las dos paredes del estuche viejo, rozándose, desde los pies redondeados a la afilada cabeza.

    El pálido blanco, junto al bullicioso amarillo y el aburrido rosa. No tenían de qué hablar, no podían explicar historias. Las anécdotas pequeñitas que les llenaban la vida, siempre bajo la presión, agradablemente fuerte, de los dedos del muchacho. Las sacudidas nerviosas, las caídas y las rápidas recogidas en vilo. No podían comentar el placer de rellenar los huecos del papel, la alegría de llenar imágenes desconocidas, de dar luz a los dibujos...

    No podían explicarse la apasionante aventura del olvido ―por unas horas o unos días― en otro estuche diferente.

    No, ya no podían, y miraban de soslayo, con rabia y con envidia, al meticuloso monstruo de dos patas que se alzaba, cual anquilosada bailarina, girando sobre el papel; el compás nuevo ―tan frío y engreído― que poseía, para él solo, un acristalado estuche enmoquetado de azul, y que era, ahora, el dueño de la cálida ilusión de los dedos del muchacho.

    Aquellos tiernos dedos que habían crecido y huían ya del mundo colorido de la infancia, aferrando con inocente orgullo el juguete de metal.

María Jesús

 

 

 

6 comentarios:

  1. Le das vida a los lápices de una manera muy ligera y agradable de leer. Un abrazo

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  2. ¡Muchas gracias, Maribel! Me alegro de que te haya gustado. El mundo de los colores es mágico y está lleno de posibilidades. Un súper abrazo con olor a musgo.

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  3. Me parece muy bonito hablar de los colores, y tienes mucha razón al comentar de el compás no pegaba ni con cola en ese mundo de colores y magia.

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    1. ¡Muchas gracias, M. Carmen! Yo de niña le tenía una cierta manía al compás. De mayor he comprendido porqué. Un besazo.

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  4. Molt maco, el pas del temps i de la infància a través dels colors.
    A mi el compàs no m'ha agradat mai... Petons!

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  5. Moltes gràcies!! Sí. No hem de deixar mai de la mà, als colors. Petnàs!

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