Receta de primavera
Esperaremos a que llegue la primera brisa de aire
tibio endulzada de azucena y, acto seguido, tomaremos un rojo cereza y unos
pétalos blancos de begonia y les añadiremos unas gotas de ala negra —de
golondrina joven, a poder ser—lo untaremos todo con un ramalazo de cielo azul
—textura celeste media— y lo dejaremos dorar, lentamente, bajo el amarillo
mantecoso del sol de la mañana.
Habrá que estar atentas y degustarla pronto, porque su dulce sabor es efímero y, a menudo deja, si no está bien horneada, un regusto triste en el paladar.
María Jesús
Una receta exquisita para todos los sentidos.
ResponderEliminarMuchas gracias. La primavera no podía faltar en el recetario. Un abrazo
EliminarExquisito! 😋😉
ResponderEliminar¡Gracias! Al alcance de todos los paladares.😉Saludos
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