Los
inicios del Marketing
Poco después de que Cenicienta se casara con el
príncipe, apareció en el mercado un libro que fue éxito de ventas en todo el
reino y más allá de sus confines. Se imprimieron miles de pliegos y su fama se
extendió a otros países aún más lejanos.
Si bien ha quedado en los
anales de la historia constancia de su título: «De las cenizas al trono o Dejar
de barrer (pregúnteme cómo)», de lo que nunca hubo ni rastro fue del nombre del
autor o autora del novelón.
Muchos estudiosos creen que lo
escribió la propia princesa, quien después de haber llevado una vida de trabajo
extenuado y continuo, ahora en su vida palaciega el día le venía holgado y le
sobraban horas libres; otros, en cambio, se inclinan por la teoría de que la
autora fue el Hada madrina, la que ya en su jubilación, decidió dedicarse a la
literatura de autoayuda y escribió el libro.
Sin embargo, en mi humilde opinión, puramente intuitiva, el autor fue un avispado empresario de aspiradoras, que aprovechó el tirón publicitario de Cenicienta para introducir en el mercado su producto. Que, dicho sea de paso, obtuvo tal aceptación entre el público, mayoritariamente femenino, que pronto, aquí y acullá de los reinos, se montaron franquicias y sucursales en los que poder adquirir las modernas máquinas barredoras.
María Jesús
Me sorprende tu imaginación me ha gustado mucho, un abrazo de letras amiga.
ResponderEliminarMuchas gracias, querida Maribel. Me alegra mucho que te guste está "secuela" de Cenicienta. 😁Un abrazote
EliminarMuy bien Maria Jesús. Un tema interesante. La fregona fue un gran invento, la aspiradora y otros electrodomésticos también, pero yo echo de menos un robot androide con buen aspecto que me jubile de tener que hacer de "sus labores". Un beso
ResponderEliminarJajaja, y yo también, Montse, yo también. Un besazo
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