Tarde
Tarde
sonrosada,
delicadamente
echada,
suspira
sostenida
por
las primerizas sombras
El
cielo se va cubriendo,
pausadamente
de estrellas,
y un
aroma de violetas
viene
cabalgando el aire,
En la
hoja de una acacia
se
marchita, presurosa,
la
última luz del día
La
brisa borra perfiles,
y una
montaña azulada
se
desvanece en silencio
María Jesús
Que atardecer más tranquilo , un abrazo grande María Jesús
ResponderEliminarMuchas gracias, Maribel. Sí atardecer de campiña serena. Un abrazo fuerte, querida.
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