Complejos
Es extraño, hoy todavía no nos hemos cruzado. La
verdad es que me da igual, bueno igual no, mejor. No me gusta cómo me mira,
siempre igual, no por encima del hombro porque yo soy más alta, pero sí con ese
aire de superioridad. Ahora, que sí cree que voy a bajar la mirada está
listo...
Ya ni sé
cuánto tiempo hace que nos encontramos por este paseo, siempre a las mismas
horas. Él con el rubio ese que le acompaña, el fortachón, que camina unos pasos
por detrás y, que va siempre hojeando el diario ¡qué maleducado! Al menos,
María y yo vamos siempre acompasadas y en un discreto silencio.
Me da rabia
cuando echa hacia atrás la melena rojiza y mira hacia los lados a ver si
alguien se fija en él. Es un presuntuoso, un chulo barato.
Se creerá que,
porque es atlético y tiene esos enormes ojos almendrados de color miel, nos
trae a todas de cabeza. Claro que hay algunas... por ejemplo: la menudita
aquella de los rizos, siempre que lo ve se pone como tonta, y anda que sabe
disimular; el otro día sin ir más lejos casi empieza a perseguirlo, suerte que
su amiga, que ya se la ve más sensata, le dijo cuatro cosas y la detuvo. ¡Qué
poco orgullo, por Dios! con especímenes así no me extraña que se lo tenga
creído.
Ahí viene, me
haré la despistada. Yo como si no lo viera. A fin de cuentas, las calles están
llenas de melenas rojizas y de ojos marrones.
Ya está, ya
ha torcido por la otra calle. Pero hoy, hoy me ha mirado a los ojos. Creo que
le gusto, mi instinto no suele fallar. Esperaré a ver si mañana se decide y me
dice algo, porque le gusto, eso, seguro.
Y bien
mirado, es normal que le atraiga. Yo no estoy nada mal, aunque me sobren
algunos kilos y me haga falta ir ya a la peluquería a que me corten estos
pelos. Lo que me pasa es que con tanto anuncio de sílfides y tanta mala leche
que se gastan algunos y algunas, mi autoestima anda por los suelos.
Venga, Luna,
valor. Porque, bien mirado: ¿qué tiene un setter irlandés, por muy musculoso
que sea, que no tenga una dulce San Bernardo algo metidita en carnes?
María Jesús
Me ha gustado, es tu voz sigue así amiga. Un abrazo de letras
ResponderEliminarMil gracias, querida Maribel. Un abrazo grande
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