Deseos para
un nuevo año
Tardes lluviosas donde apacentar el alma
Buen vino con el que ahogar penas y festejar alegrías
Cálidos abrazos en los que poder guarecerse
Rectas líneas de horizontes que se curven al mirarlas
Árboles henchidos de sueños,
de cuyas ramas broten innumerables hojas
—violetas—
Caminos nuevos para entrelazar distancias
Besos alados que perduren más allá del tiempo
Miradas que lleven el corazón en la mano
Sonrisas con sabor dorado
Sonidos que nos templen
las cuerdas del corazón
Palabras que disparen dudas a la razón
Luceros que tiñan de azul las noches
Letras que nos alumbren los días…
Y, sobre la tierra,
—extendidas—
las rosadas alas de la paz.
María Jesús
Me gusta el ritmo de tu poema querida amiga. Un abrazo grandote
ResponderEliminarMuchas gracias, Maribel querida. Un abrazo fuerte
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